En aMasamos elaboramos toda clase de panes de masa madre natural. El pan de masa madre natural está indicado para todo tipo de personas pero especialmente para aquellas con dificultades digestivas e intolerancia al trigo debido a procesos productivos excesivamente rápidos. Nosotros, utilizando porcentajes mínimos de levadura (mayoritariamente natural), y largos periodos de reposo de hasta 18-20 horas conseguimos panes con menor índice glucémico, cuyos sabor y aroma a pan se potencia de forma natural.
¿Qué da a nuestro pan un valor especial?
El uso de harinas de gran calidad, muchas de ellas integrales, y algunas molturadas en molino de piedra. Un amasado corto y un proceso de elaboración lento con una larga fermentación. División y formado de las distintas piezas en su mayoría a mano. Y como no podía ser de otra forma horneado en horno de solera de piedra.
Todo esto sería insuficiente sin la masa madre natural presente en todos nuestros panes y que es el alma de nuestras elaboraciones.
¿Qué obtenemos con la conjunción de todos estos elementos?
Ahondar en la filosofía de aMasamos ; es decir; recuperar el sabor, el aroma y el poder nutritivo del pan. Todo ello sin hacer sufrir a nuestro pan y consecuentemente tampoco al estómago de nuestros clientes.
¿Qué es la masa madre natural?
Es el cultivo controlado de las levaduras salvajes presentes en el ambiente de forma natural. A diferencia de la levadura de panadero que se usa en la mayoría de panaderías, ésta fermenta el pan poco a poco. Esta lentitud permite a nuestra masa madre natural el desarrollo de bacterias lácticas y, en menor medida, acéticas que además de mejorar el sabor y el aroma del pan, contribuyen a la digestibilidad y a bajar su índice glucémico, haciéndolo saciante durante más tiempo. Levaduras salvajes y bacterias beneficiosas presentes en nuestra masa madre natural son un conservante natural, lo que alarga considerablemente el aprovechamiento de los panes resultantes.
¿Tiene importancia el uso de harinas molturadas a la piedra?
Muchísima. Además al ser integrales aumenta el valor nutricional al molturarse el grano al completo. Las harinas a la piedra no se oxidan y por lo tanto el gérmen que es donde se encuentran los nutrientes no se enrancia conservando todas sus vitaminas. El pan resulta más aromático y nutritivo.
¿Por qué formar a mano?
Porque mimamos nuestros panes. Con ello se protege la estructura y textura de la miga potenciando el proceso olfático y gustativo del pan en boca.
¿Qué obtenemos en un horno de solera de piedra?
Un crujir especial y diferencial. Nuestro pan se carameliza transformando los azúcares presentes de forma natural en la harina y aportando un color, sabor y aroma superior.
¿Cuál es el resultado final?
Panes aromáticos de un sabor cautivador, pesados en comparación con otros panes voluminosos e insípidos. No queremos vender aire, pues ni alimenta ni sacia y no se puede saborear. Enfatizamos la calidad por encima del volumen. Nuestros panes son de verdad, con procesos lentos, masa madre natural y harinas molturadas a la piedra en su mayoría.